Costosa una mala contabilidad

Si los contribuyentes no llevan una adecuada contabilidad de sus ingresos y gastos, esto puede generar un costo financiero de hasta 17.5% para pagar sus impuestos por uno o varios meses que al final pueden llegar a perder.
De acuerdo al vicepresidente del Instituto Mexicano de Contadores Públicos (IMCP), Francisco Macías Valadez, lo anterior se debe a que los contribuyentes están obligados a convivir con dos gravámenes, el Impuesto sobre la Renta y el Impuesto Empresarial a Tasa Única (IETU), lo cual provoca que se tengan que tener registros contables sobre dos conceptos diferentes, es decir, sobre flujo y devengado.
Para las empresas esto significa una mayor y “compleja” carga administrativa que se resuelve al contar muchas veces con un equipo de contadores, mientras que las personas físicas se ven obligadas a contratar los servicios de un contador para hacer sus declaraciones tanto mensuales como anuales.
Macías Valadez explicó que dicho costo financiero, que es casi equivalente a pagar el IETU y que se genera para poder pagar los impuestos, algunas veces más altos de lo que deberían ser debido a una mala administración de la contabilidad, puede ser recuperado si se acredita con las autoridades fiscales y se demuestra que el cálculo fue mal hecho.
“En mucho de esto, ayuda la parte de auditoría que realiza el contador público y la revisión de la información fiscal o de la situación fiscal del contribuyente”, precisó el vicepresidente del IMCP.
Lo anterior no sólo sirve para los contribuyentes, sino también es un beneficio para el Servicio de Administración Tributaria, ya que si alguien hizo mal sus cálculos afectando los ingresos fiscales de la autoridad, entonces tiene la oportunidad de corregirlo y pagarlos, añadió.
Debido a esta situación, el organismo recomienda a los contribuyentes tener un control contable oportuno para efectuar los pagos provisionales mensuales del ISR y el IETU, es decir, del que resulte mayor.
Por todo lo anterior, ya sea persona moral o física, asegúrese que su información fiscal esté en orden y que está realizando los pagos al fisco que deben de ser, ni más ni menos.
Costo financiero: es la retribución que se debe pagar como consecuencia de la necesidad de contar con fondos para mantener, en el tiempo, activos que permitan el funcionamiento operativo de la compañía.